GESTION ADMINISTRATIVA Y FINANCIERA DEL ECUADOR

OPINION,COMENTARIOS,ESTUDIOS,SUGERENCIAS, DE LA PROBLEMATICA POLITICA, ADMINISTRATIVA DE LAS INSTITUCIONES DEL ECUADOR POR ING. COM. JULIO MENDIETA BERMEO MSC

Sunday, January 18, 2009

DESTINAR RECURSOS A LA ECONOMIA NACIONAL

Cuando empieza una recesión, las personas y las empresas se asustan y dejan de consumir. Eso, el solo hecho de que gasten menos, puede iniciar un círculo vicioso que termina empeorando la situación (el consumo baja, cae la producción, baja la contratación de personal, se pagan menos sueldos y, por ende, se consume todavía menos).

Para romper este círculo vicioso, un gobierno puede aumentar su gasto y, de esa manera, reemplazar algo de lo que la gente dejó de gastar. Así, el aumento del gasto público puede ser la solución a la recesión.

Esa idea no es nada nueva y fue John Maynard Keynes, un famoso economista inglés, el que la formuló por primera vez hace más de 70 años durante la gran recesión. Hoy, cuando el mundo enfrenta otra recesión, varios países están aplicando la receta keynesiana, conocida también como ‘política anticíclica’. Hasta ahora, al menos los EE.UU., Japón, China y los países europeos han anunciado significativos aumentos de su gasto público. Casi todos los paquetes incluyen reducciones de impuestos.

¿Cómo pueden esos países reducir sus impuestos y, al mismo tiempo, aumentar sus gastos? Algunos lo hacen gastando ahorros, pero la mayoría lo logra endeudándose. Como tienen tanta credibilidad y como han sido por siglos buenos pagadores, no tienen ningún problema en levantar capital fresco.

También en América Latina hay países implementando políticas anticíclicas. Chile, el caso más interesante, lo hace utilizando parte de los ahorros que acumuló durante el boom del cobre. Colombia, México y Brasil tienen ahorros más pequeños, pero se están financiando con bonos que están colocando en el mercado internacional. Así, al menos, podrán mantener su nivel actual de gasto. Todos ellos saben que en un momento como este lo peor sería contraer su gasto público.

Pero el Ecuador no puede hacer nada de eso. Estando en moratoria, los préstamos internacionales llegarán en cuentagotas y habiéndonos gastado los ahorros ya no hay alcancía que romper.

La Cuenta del Tesoro, que empezó octubre con casi USD2000 millones, terminó el año con 423 millones, a pesar de los 700 millones que el IESS le prestó al Gobierno. En otras palabras, sin la plata de los afiliados, la Cuenta del Tesoro hubiera terminado con un saldo negativo. En otras palabras, ya no hay plata y, sobre todo, ya no hay plata para mantener el ritmo actual de gasto. Por lo tanto, hay que contraer el gasto público aunque sea lo menos indicado en esta época recesiva.

Si el Ecuador hubiera cuidado sus ahorros y pagado su deuda externa, podría aplicar una política keynesiana y enfrentar mucho mejor la crisis. Pero no podemos porque el Gobierno se farreó la plata del boom y nos metió en esta inexplicable moratoria.

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