GESTION ADMINISTRATIVA Y FINANCIERA DEL ECUADOR

OPINION,COMENTARIOS,ESTUDIOS,SUGERENCIAS, DE LA PROBLEMATICA POLITICA, ADMINISTRATIVA DE LAS INSTITUCIONES DEL ECUADOR POR ING. COM. JULIO MENDIETA BERMEO MSC

Sunday, November 26, 2006

Soroche en el Teleférico

El complejo turístico recibe la mitad de los visitantes que se esperaba. El patio de comidas está desierto y para recuperar la inversión se convertirá en sala de eventos y recepciones
A 3.000 metros de altura resulta difícil respirar, no sólo por la escasez de oxígeno sino por la estrechez de ingresos registrada en algunos de los locales del Teleférico de Quito en los últimos siete meses.

Esta realidad se manifiesta en la preocupación de los empresarios que invirtieron en las tiendas y restaurantes del complejo turístico inaugurado el año pasado.

De los 11 locales del patio de comidas, solo tres operan aún y las cadenas de restaurantes gourmet como Voilá, Mi Cocina, Italian Coffee Factory y Stanza, cerraron, algunos no podían pagar las cuentas por alquileres entre 800 y 1.000 dólares al mes.

Galo Hidalgo, gerente de Pro Status, la concesionaria encargada de las áreas comerciales, reconoce las dificultades: “Buscamos una actividad comercial estable, por eso a partir del próximo año el patio de comidas será convertido en una sala de eventos y recepciones”.

En el proyecto se invirtió cerca de 30 millones de dólares por parte de las concesionarias, que esperaban recuperarlo en cinco años, pero ahora tendrían que esperar al menos siete, según Hidalgo.

Y es que, cuando se inauguró la obra, los administradores esperaban tres millones de visitas al año aproximadamente, un promedio de 300 mil por mes, pero entre agosto de 2005 y agosto de 2006 el número de visitas llegó solo a 1,8 millones. Junio fue el peor mes, con un registro de apenas 83.080 visitas.

Las estimaciones iniciales indicaban que al complejo podrían llegar cinco millones de personas (la cifra fue revisada más adelante), lo que algunos analistas consideraron exagerado debido a que atracciones de fama mundial, como el Cristo Redentor de Río de Janeiro y la estatua de la Libertad, en Nueva York, reciben al año cerca de 800.000 y cuatro millones de visitas, respectivamente.

Raúl Naranjo, administrador del Teleférico, aclara que sí reciben apoyo del municipio y agrega que ahora “es cuestión de darle tiempo al proyecto para que se consolide, un año es un período muy corto para hacer evaluaciones”.

Planes postergados
Para solucionar el problema de falta de clientes en el resto de locales (los que están por fuera del patio de comidas), Pro Status trabaja en una alianza comercial, por siete años, con una firma panameño-estadounidense.

La idea es hacer que la oferta de comida y servicios sea más atractiva y ordenada.

El consorcio internacional, explica Hidalgo, se encargaría de abrir locales de ropa y restaurantes en reemplazo de los que han cerrado.

Hay otras ideas que permanecen guardadas, como aquella de abrir este año cinco salas de cine en la estación de salida, lo que quedará para 2007.

La construcción de la Posada Andina (con spa), una pista de esquí sobre césped artificial y un teleférico de sillas (telesilla), también están postergadas.


Estrategia para sobrevivir
En medio de las dificultades hay inversionistas exitosos. Es el caso del parque de diversiones Vulqano Park, que costó 10 millones de dólares, tiene más de 30 atracciones y está a cargo de la empresa argentina Sacoa Entertainment.

Su estrategia consistió en eliminar en octubre de 2005, el cobro de la entrada (dos dólares por persona) y realizar ofertas entre semana, como el descuento del 50 por ciento en las tarifas para la mayoría de juegos.

También abrió en enero un servicio de celebración de cumpleaños Cumpleaños infantiles, a un costo de 10 dólares por persona.

“Es un precio cómodo, los padres no tienen que preocuparse porque la tarifa incluye comida, juegos y premios”, comenta Alicia Montaño, que festejó el cumpleaños de su hija.

“El Teleférico y el parque han cumplido con sus objetivos, son las principales anclas de atracción del complejo, recuperarán su inversión en el tiempo estimado”, asegura Hidalgo.

Pero el parque también ha sentido el impacto: en julio del año pasado, 148.523 personas visitaron Vulqano Park, mientras que en julio de 2006 lo hicieron 89.010.

Los locales de artesanías también han salido adelante: todos continúan abiertos especialmente por la demanda de turistas extranjeros, asegura una empleada de Arte Metal.

Pero ir al Teleférico, a pesar de las ofertas, todavía es caro. Una familia de cinco personas puede gastar alrededor de 25 dólares para llegar al complejo y subir a Cruz Loma.

El pasaje del bus privado para subir al centro comercial cuesta un dólar a lo que se suman cuatro dólares por el ascenso al mirador. Los tiquetes para los juegos mecánicos cuestan entre 75 centavos y dos dólares, y cinco dólares en el caso de la pista de karting, Go Karts, una de las mayores atracciones del complejo.

“El Teleférico debería ser considerado un proyecto de ciudad”, agrega Hidalgo para quien debería existir una ruta de buses pública
para que la gente llegue, en lugar de la actual que es privada, así el costo del pasaje caería a 25 centavos y “las visitas podrían incrementarse”.

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